La sostenibilidad de nuestras relaciones (con nosotras mismas, con las otras y con la vida) pasa por aumentar la conciencia de lo que (nos) ocurre en ellas, cuidarnos, cuidar al otro y al proceso y utilizar bien el poder que tenemos, sin descuidar el (auto) cuidado. Estudié psicología con el propósito de entenderme y de hacer algo útil para el mundo. Antes de encontrar la manera de hacerlo (a través de la facilitación) viajé y conocí otras maneras de hacer y de vivir, reduje al mínimo mis necesidades, cultivé mi propia comida y aprendí que lo único que necesitamos de verdad son relaciones honestas y sanas, y trabajo o creación en equipo. Empecé a estudiar facilitación en 2013 con Ulises, y desde entonces trabajando en el Camino del Elder no he dejado de ponerme al servicio de distintos tipos de organizaciones y de aprender con ellas cómo funcionamos en grupo.