Procesos de consciencia y cambio en los grupos
Por Mabel Cañada
El vacío
Ya hemos hablado de cómo el campo grupal ejerce su influencia hacia nosotras y nosotros y también crea un campo de influencia hacia el propósito que nos ocupa como grupo.
Así el colectivo de una manera más o menos consciente o más o menos inconsciente inicia un camino para lograr su propósito y este camino inevitablemente está lleno de cambios que a su vez harán eclosionar una concatenación de cambios personales.
Este proceso de cambio colectivo se inicia generalmente de manera inconsciente, y el grupo no lo toma en consideración hasta que está envuelto en un caos de mayor o menor alcance y en una situación grupal bastante desestabilizadora.
Así, el grupo toma las riendas de liderar el proceso de cambio, que generalmente solamente podemos nombrarlo, pero la palabra cambio no tiene ningún contenido, es simplemente el recipiente en el que ponemos nuestros anhelos, pero no hay un relato que nombre lo que si queremos.
Para dotar de contenido a la palabra cambio y construir este relato colectivo, la común- unidad, lo primero que nos vamos a encontrar es un espacio de vacío muy difícil de sostener porque en general los grupos son entidades frágiles, vulnerables, y aunque parezca contradictorio con una gran resistencia al cambio a pesar de su insistencia en ser precursores del cambio¡¡
El tránsito por este espacio de vacío es lento, incómodo, desafiante, y las personas sufren al transitar con gran dificultad. Aquí el grupo puede colocar espacios para traer consciencia a lo que está sucediendo y apoyar así a las personas en sus cambios profundos que inevitablemente repercutirán en el espacio colectivo y abocarán a un cambio con contenido, color, forma, un relato, una nueva definición y propósito de materialización colectiva.
Para que este proceso de reinvención tenga alguna posibilidad de satisfacer los anhelos hay que permitir a la vez vivir en un cierto caos durante un periodo de tiempo suficiente para que emerjan nuevos conceptos, para que nos permitamos abrir los márgenes, para poder desafiar los paradigmas culturales de los que venimos, y entrar así de pleno en un proceso creativo que nos permita recolocar lo común y renombrar nuestra visión.
La vivencia del vacío, el tránsito por ese espacio nebuloso y ambiguo nos reta a confiar plenamente en el sostén invisible e impalpable del campo grupal más amplio que es la vida.
El camino en si ya es poderoso, y por lo tanto nos hace capaces de apreciar lo que hay al otro lado, el espacio de lo posible, los días en blanco para diseñarlos tal y como los soñamos, el poder de lo colectivo, la comunidad en acción, el espacio del esplendor y la plenitud.
Abismos
Transitar abismos
Pelear la vida
Temer a la muerte
No vivir la vida por no llegar a la muerte
Cuando tengas que cruzar un abismo
Piensa solo que otras muchas personas pasaron
Por lo tanto de alguna manera tiene que ser posible
No pelees por mapas o rutas milagrosas
Solo hay un camino
Confía en tu sabiduría interior
Confía en que tu cuerpo va a reconocer el camino que ya tantas vidas recorrieron
Y ese legado lo llevamos todas inscrito en nuestros cuerpos temporales
Como garantía de eternidad
No temamos una pequeña muerte
No es más que otro abismo.
Mabel Cañada
En Lakabe en un otoño lleno de vacío
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La facilitación es el arte de hacer las cosas fáciles. Para esto es necesario incorporar a una persona o equipo facilitador que apoye a los grupos a ser más conscientes en cada momento.
Desde el equipo de la facilitación cuidamos tres aspectos básicos en los grupos…