Por María Molero

Un gran saludo a toda la comunidad iifaceña: No digo nada nuevo si nombro cuan grande es este momento de cambio, y cuant@s somos l@s que nos planteamos cómo contribuir. En ese contexto, hoy quiero aportar una experiencia que se lo está planteando de maneras para mí radicalmente innovadoras, que incluyen la Facilitación. Pero no sólo. Intento resumir lo que más me ha llamado la atención de esa experiencia, hoy recogida en un libro llamado: “Ser el Cambio” de Terry Patten, conciencia integral.

Narra la experiencia de 140 personas de 13 países que asumieron en 2019 un Compromiso Radical con un Experimento con ellas mismas dentro de una propuesta. Destaco algunos elementos que me llamaron poderosamente la atención por su carácter innovador.

El trabajo se planteó en tres frentes de cambio interconectados: compromiso con el propio trabajo personal; compromiso con el trabajo relacional de compartir en diadas y pequeños grupos; y compromiso de aportar algún trabajo voluntario en el exterior, a favor de alguno de los cambios que hoy se necesitan.

Hubo puntos de partida muy relevantes: no medir el valor de la experiencia por los resultados visibles o materiales, sino más bien hacer que todo fuera parte del Experimento. Y actualizarlo en el camino, y evaluarlo periódicamente. Compartir con gran generosidad no solo infinidad de herramientas, sino los avances valiosos, y los límites y las críticas. No ocultar nada. Y abrir la experiencia a retroalimentarse con otras similares vivas en el planeta hoy.

Quiero destacar dos cosas especialmente retadoras: una referida a todo el trabajo para crear lo que se denomina ya como un Nuevo Nosotros. Destaco el poder de realizar un trabajo de conciencia compartido, con periodicidad, como un motor transformador que acelera procesos de cambio personal, relacional, y externo (acción). Un trabajo que conozco en primera persona. Un reto que destaca como muy satisfactorio para una mayoría de los miembros del experimento. Y generador de un campo de conciencia sostenedor.

Y también aprovecho para destacar el reto emergente del denominado Nuevo Liderazgo Ying, entendido como algo conectado a ese trabajo de conciencia, pero también a un nuevo liderazgo colectivo, y desde ahí, a una nueva relación ying-interno – yang-acción.

He intentado ser neutra con esta experiencia, pero a la vez prefiero ser honesta: me ha impactado poderosamente. Me ha servido para contestarme una pregunta poderosa, en este presente: ¿A qué estarías dispuesta a dedicar tu energía, tu tiempo y tu ser, en un momento de cambio radical como este, para ir más allá de ti y dejar tu semilla para los que vienen?