Texto: Samuel Martínez Martín

Comparto referencias que me están ayudando, como persona blanca, a trabajar con el racismo y la supremacía blanca, aclarando antes tres cuestiones:

  • Hasta que hace pocos años no se cruzaron en mi camino algunas personas BIPOC (Black, Indigenous and People of Color), viví sin plantearme nada de lo que empecé a plantearme tras conocerlas.
  • Los puntos de vista y las maneras de abordar el trabajo antirracista de las personas BIPOC o de la Mayoría Global son diversas. Estas que comparto son las fuentes y perspectivas que conozco, habrá otras visiones diferentes.
  • Soy un hombre blanco, criado en una sociedad racista y llevo poco tiempo haciendo este trabajo. Sigo teniendo puntos ciegos y mis reflexiones y aprendizajes parten del trabajo de personas BIPOC, casi todas ellas mujeres. ¿Estoy haciendo algo útil para el trabajo antirracista o estoy suplantando la voz de las personas a quienes no damos voz? ¿Estoy escribiendo para presentarme como salvador, ejemplo de algo? No lo tengo claro, pero decido seguir un aprendizaje reciente: quedarme en la comodidad confortable es quedarme en el límite, en el privilegio, es seguir con lo mismo. No ayuda. 

Tras esto, lo siguiente es un reconocimiento y un agradecimiento profundo a Nontokozo Sabic, mujer sudafricana que vive y trabaja entre Europa y África. Su labor para la reconciliación Norte-Sur, su sabiduría y su elderazgo están siendo fundamentales en este recorrido, para mí y para muchas otras personas. Podéis escuchar la sesión que impartió en un curso online sobre asambleas y reuniones el año pasado: racismos y micro-racismos en nuestros espacios colectivos. Y consultar su web, donde publica cursos, formaciones y otras actividades (algunas en colaboración con compas del IIFAC-E y de nuestras redes compartidas).

A través suyo conocimos el trabajo de Robin Diangelo, socióloga estadounidense que lleva años estudiando las dinámicas racistas y la respuesta habitual -defensiva- que damos las personas blancas cuando se cuestiona nuestro racismo. Aquí una conferencia (en inglés) donde transmite las ideas fundamentales de su libro “White fragility” (Fragilidad Blanca). Dedicar un tiempo a entender esta fragilidad y cómo opera en nosotros ha sido clave. Lo seguirá siendo, porque vuelve cada vez que aparece el cuestionamiento. Se trata, entre otras cosas, de entrenarnos en otra manera de estar presentes para escuchar. 

Este último párrafo iba en primera persona del plural porque otro recurso importante ha sido trabajar en compañía: un grupo de facilitadoras blancas que nos reunimos regularmente para aprender y trabajar con el/nuestro racismo. Un patrón que trabajamos bastante al inicio, conectado con la fragilidad blanca: las prisas, querer hacerlo todo ya, resolver. Un patrón que, hablando por mí, tenía más que ver con la urgencia por demostrarle a mis críticos internos lo buena persona que soy que con un trabajo real y profundo contra un sistema que lleva más de 500 años en marcha. Algo que estamos trabajando ahora: aprender a darnos feedback sin situarnos en la posición “yo sé y tú no” (otros dos patrones de la blanquitud: saber y ser mejor), sino desde la metahabilidad “hoy por ti, mañana por mí”: hoy te doy feedback yo, sabiendo que mañana necesitaré que tú me lo des a mí.

En un momento dado vimos que estábamos trabajando a partir de puntos de vista generados, principalmente, en Estados Unidos. ¿Qué otras particularidades tenía nuestra supremacía blanca? Dimos con el mito europeo civilizatorio, con el antigitanismo, con nuestro legado colonial en el continente americano, con la islamofobia y con el rechazo a la población del Norte de África (¿habrá otros que todavía no hayamos visto?). Procesos que apenas hemos empezado a conocer de la mano de Silvia Agüero y Nicolás Jiménez, de Resistencia en Terra Allea y con Stop Islamofobia.

Este curso estamos siguiendo el libro “Yo y la supremacía blanca”, de Layla F. Saad, estructurado como un diario de trabajo de capítulos semanales temáticos. Hacerlo en grupo nos está ayudando a no quedarnos tanto en el límite ni en la superficie. Una última referencia, aunque esta no la hayamos trabajado en el grupo, Desirée Bela-Lobedde, activista antirracista y feminista de ascendencia ecuatoguineana. Publica mucha información en redes y organiza cursos y talleres online y presenciales, algunos gratuitos.

Como decía al inicio, son solo las referencias que conozco/hemos conocido hasta ahora y algunos procesos que hemos trabajado, con ánimo de compartir y abrir la conversación. Quizá podamos usar los comentarios a este post para aportar información, otras referencias, aprendizajes, feedback y demás.

Saludos.